jueves, 30 de octubre de 2014

Banaguás (Huesca)


Iglesia y Casa de la Abadía 

La villa se encuentra localizada a 5 km de Jaca. Se halla documentada desde 1039. Desde 1963 está unida al término municipal de Jaca. Su Iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista, se remonta a 1063. Las sustanciales reformas del templo, en 1760, respetaron afortunadamente su cabecera lombarda.
Al exterior, su gran ábside presenta la decoración típica del arte lombardo.

 Ábside de la Iglesia con arco de medio punto

El conjunto urbano muestra rincones de especial belleza como la plaza de San Juan Bautista, con la iglesia y la casa abacial como centro de atención. Banaguás conserva espléndidos ejemplos de arquitectura doméstica popular, construida en piedra, con puertas de grandes dovelas, ventanas con dinteles decorados, tejados de losas y chimeneas troncocónicas. De calidad muy notable es la casa abacial, del siglo XVIII, con gran chimenea, pero con la fachada remozada con elementos ajenos (el ventanal gótico geminado procede de Casa Huesa, en Botaya). Sobre el acceso actual luce la placa con el emblema de San Juan de la Peña, el Agnus Dei coronado, como símbolo de su dominio sobre Banaguás. Algunas de las casas son: Mayayo, Francho, Raboso, Carpintero, Chichorro, Mancha, Larraz o Capón.

Fachada de la Casa de la Abadia (detalle)

Banaguás celebra sus fiestas mayores en honor de San Roque el 16 de agosto y las fiestas pequeñas el 20 de enero, festividad de San Sebastián. Participa en la romería del Voto de San Indalecio que se celebra un domingo de la primera quincena de Junio.
  
Arco de unión entre la iglesia y la casa abacial, y chaminera

Banaguás es un lugar de uso tradicional del idioma aragonés, en la modalidad del jaqués, aunque ha sufrido la influencia castellanizadora propagada desde Jaca. Hay que recordar que Jaca, con motivo de la guarnición militar existente permanentemente en su fortaleza debido a la cercanía de la frontera francesa fue históricamente fuente de difusión del castellano en la Jacetania.


 Puerta dovelada de la localidad 

Fotografias: joseacuenca

lunes, 27 de octubre de 2014

Gañarul (Zaragoza)


Gañarul. Puerta de entrada en el muro sur

Cerca de Magallón, aunque perteneciente al término municipal de Agón, se encuentra una pequeña ermita mudéjar, la ermita de Nuestra Señora de Gañarul, rodeada de viñedos y campos de labor. Antaño pardina, ahora deshabitada, la belleza de su emplazamiento realzaba el pequeño conjunto de edificaciones presididas por el palacio del señor del lugar del que sólo queda un muro del castillo. Su parroquia como he dejado dicho se unió a la de Agón (1583) y derivó en ermita.
Se trata de un pequeño templo del siglo XVI de planta cuadrangular, dividida en tres tramos, y cabecera
plana que, en sus muros de sencilla decoración mudéjar, conserva la huella de varias ampliaciones. 


En la fotografia se puede observar el arranque de la espadaña

Cuenta con bóveda de crucería sencilla. Construida en ladrillo aparejado a soga y tizón, los parámetros del volumen prismático cubierto por tejado a doble vertiente presentan al exterior decoración limitada a una franja de ladrillos a sardinel en zig-zag y friso de esquinillas. La utilización del ladrillo en esquinilla, de precedente califal, se remonta al siglo XIII, perviviendo hasta los ejemplares más tardíos, 
introduciéndose en el XVI. La puerta se abre, en arco rebajado, en el tramo central del muro sur, al lado de la epístola. En el hastial de los pies tenía una espadaña para la colocación de las campanas, que se ha derrumbado, conservándose sólo el arranque del mismo.

Interior del templo

En su interior se custodiaba la imagen de la Virgen y el Niño, de corte medieval. Es una imagen de la
Virgen sedente, que sustenta al Niño sobre su rodilla izquierda. Lo primero que destaca es el rostro
sonriente de la Virgen, lo que, al igual que ocurría con las imágenes del Cristo crucificado, la aleja
temporal y estilísticamente al románico, mucho mas preocupado por mostrar una virgen inmortal y sin
expresividad. Por el contrario, aquí vemos su humanidad con el gesto amable de la madre que presenta a su Hijo. Si a ello le unimos el hecho de que la descripción de la túnica y manto es bastante plástica para este tipo de obras, hemos deHasta hace unos años ha sido utilizado como corral y almacén de utensilios agrícolas. Pese a no ser uno de los elementos claves del mudéjar de la comarca de Borja, en la actualidad la ermita agoniza y esta en trance de desaparecer. Su estado es lamentable, habiéndose deteriorado la cubierta, su cuerpo de bóvedas, así como todo su mobiliario interior, del que nada queda in situ en la actualidad. Por Orden de 4 de julio de 2002, del Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Aragón es declarada Bien catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Cuenta Victoria Arbex que su anterior propietaria, de nombre Robustiana, soltera y beata, dejó a su muerte la hacienda en la que se encuentra ermita a cierta orden de monjes navarros, los cuales, al conocer que el testamento de su benefactora condicionaba a estos a que debían de rezarle “todos los días mientras
hubiese mundo”, se deshicieron de tan condicionada herencia. suponerla dentro de la producción escultórica del siglo XIV.


La Virgen de Gañarul

La misma autora cuenta también una historia que denomina de “la mora” en la que ésta que, en otros
tiempos, vivió en estos parajes, y que tras algún altercado para hacerse con la prioridad a la hora de teneracceso al agua del manantial, que aún hoy fluye tras la ermita y que lleva el mismo nombre, fue muerta allí mismo por quienes guardaban turno. Dicen que enterrada en la ermita, y lo que sí es cierto es que aún puede verse, tras su total expolio, el perfil de una oquedad de sepultura, conocida de siempre como “la tumba de la mora”


"La tumba de la Mora"

viernes, 17 de octubre de 2014

Maella (Zaragoza)



Torre civil de Maella. edificada en las siglos XV y XVI, tiene 48 metros de altura y forma octogonal en su parte superior. Está completamente restaurada, y da cobijo al salón de sesiones del Ayuntamiento, a las oficinas municipales y a la capilla de la Virgen del Portal. 

Hacia el año 1200 Maella se hallaba poblada por 30 vecinos. Sobre el año 1840 la población ascendía a 1750 personas. En 1930 tenía Maella 3450 habitantes, de los que 165 vivían eedificada en las siglos XV y XVI, tiene 48 metros de altura y forma octogonal en su parte superior. Está completamente restaurada, y da cobijo al salón de sesiones del Ayuntamiento, a las oficinas municipales y a la capilla de la Virgen del Portal.
n Villanueva de Almazán y en caseríos de San Sebastián y La Capitana. En la actualidad, Maella cuenta con 2200 residentes.
El suelo cultivable es fértil. Históricamente, los productos más cultivados han sido el olivar, la vid y el almendro; en la actualidad destaca el melocotón tardío y esta creciendo el granado. Las higueras, que por la exquisitez de su fruto dieron tanta fama a Maella, han desaparecido casi totalmente.
La Villa ha experimentado en los últimos años una gran transformación. En la década de los 50 se instaló la red de suministro de agua; posteriormente, se pavimentaron todas sus calles, y se les dotó de una espléndida iluminación. En 1966 se inauguró la piscina pública municipal. Unos años antes, en 1921, fue levantada en el barrio de San Sebastián la única plaza de toros de piedra de la comarca, con un aforo para unas dos mil personas. En ella se celebran diversas corridas y encierros de vaquillas, coincidiendo con las fiestas mayores. Desde 1984 dispone de teléfono público. Cuenta Maella con un campo de fútbol y con un pabellón polideportivo en el que se organizan competiciones de diversos deportes.


La Iglesia de Santa María de Maella fue levantada en el siglo XIV, aunque su apareciencia actual responde las obras realizadas en el siglo XVIII. De la primitiva construcción gótica, sólo perduran humildes, pero interesantes vestigios.
El templo, de estilo gótico, se construyó sobre una primitiva iglesia de origen templario. Al ser expulsados los frailes Franciscanos de la Trapa , fueron acogidos en este recinto, que fue convertido en convento. Los frailes, con la ayuda de la villa, fueron acometiendo distintas ampliaciones y reformas a lo largo del tiempo.
En el año 1777 comenzaron las obras del actual templo, a cargo del fraile franciscano Francisco Jiménez. En 1835 los frailes abondonaron el recinto y éste se destina a albergar a pobres, viudas, enfermos.

En el verano de 1404 Martín I el Humano celebró Cortes en Maella, en el recinto de la iglesia parroquial. Años más tarde, en 1423, se convocaron de nuevo Cortes en Maella; fueron las primeras en la historia de Aragón que se convocaban en ausencia de Rey. Durante la Guerra de Sucesión entre Carlos VI y Felipe V, Maella luchó al lado de Don Felipe, quien le concedió el título de "Fidelísima", y le otorgó el derecho a incorporar en su escudo la flor de Lis.

Dos monumentos llaman la atención: la torre del reloj y el castillo palacio. La primera, edificada en las siglos XV y XVI, tiene 48 metros de altura y forma octogonal en su parte superior. Está completamente restaurada, y da cobijo al salón de sesiones del Ayuntamiento, a las oficinas municipales y a la capilla de la Virgen del Portal. El castillo palacio se encuentra actualmente en estado ruinoso, pese a lo cual conserva su monumentalidad. Junto al castillo se edificó la iglesia parroquial, separados ambos por un portal que cerraba la población, y sobre el que había una pasarela elevada que los comunicaba.

Cerca de Maella, camino de Fabara, encontramos la ermita del Cristo de la Zarza, y las ruinas del monasterio trapense de Santa Susana, del que se conservan la capilla y la hermosa torre.

Detalle del Castillo- Palacio de Maella. El castillo palacio se encuentra actualmente se halla en estado ruinoso, pese a lo cual conserva su monumentalidad. Junto al castillo se edificó la iglesia parroquial, separados ambos por un portal que cerraba la población, y sobre el que había una pasarela elevada que los comunicaba.

La leyenda de Maella

Esta hermosa narración cuenta como el Señor habitante del Castillo mantenía a la población en un estado de continuo descontento como consecuencia de la opresión. En este ambiente, agitado por la injusticia del poderoso terrateniente se fraguó una rebelión encabezada por un apuesto joven campesino. Esta rebelión acabó derivando en terrible lucha con resultado favorable al Señor, quién decidió condenar a muerte en la horca al valiente joven cabecilla. La ejecución se llevaría a cabo en el "Tossal de les Forques", lugar en el que eran ejecutados los reos condenados a muerte, de ahí su nombre, que todavía se conserva en la actualidad.
La amada maellana novia del muchacho, presa del miedo por perder a su enamorado, se vió obligada a intervenir suplicando al Señor del Castillo la vida de su prometido
.
El Señor , cautivado ante el valiente y decido gesto de la joven y, ante todo, por su extraordinaria belleza se vio impulsado a pedir la mano de la doncella a cambio de la vida del joven, habiendo reflexionado las palabras del Señor, tuvo a bien jugar con estas y voluntariamente confundir la "mano en matrimonio" con su propia mano, por lo que decidió cortar su mano y hacérsela llegar al señor dueño del Castillo, quien asombrado ante el acto de heroicidad protagonizado por la joven maellana y haciendo honor a su palabra, dio la orden de liberar al joven y amnistiar a todos los habitantes de la villa. No es extraño que tan hermoso relato sirva de inspiración constante para artistas, así como está muy relacionado con la heráldica maellana - mano de carnación sobre un solo campo de plata y en medio de dos flores de lis.




 Vista de La Iglesia de San Esteban y del Castillo-Palcio desde la ribera del Matarraña
De ser cierta esta interpretación, el nombre de la villa haría referencia a esta a esta acontecimiento: MAELLA- MA D'ELLA - MANO DE ELLA.
Las flores de lis que acompañan a la mano de mujer se incorporaron a raíz de la Guerra de Sucesión, puesto que Maella se mostró fiel partidaria del aspirante Borbón Felipe, quien habiendo llegado al trono, concedió en 1708 el titulo de Fidelísima junto el derecho de añadir al escudo las dos flores borbónicas..

viernes, 10 de octubre de 2014

Alarba (Zaragoza)

 Alarba
Alarba es una población situada a una altitud de 842 metros, al pie de la Sierra de Pardos (Sistema Ibérico). Se encuentra entre Morata de Jiloca por un lado y Castejón de Alarba y Acered por el otro. Desde Zaragoza o Calatayud se accede por la carretera N-234 tomando un desvío a la A-2507 a la altura de Morata de Jiloca. También hay buenos accesos desde Daroca por la A-2508 pasando por Atea y Acered, o desde Cubel y Acered por el otro extremo de la A-2507.

 
  Iglesia parroquial de Alarba
 La vida comercial musulmana se refleja en el nombre de lugar. Dicho nombre, procede del árabe, al-arba, y significa “miércoles” (1) o “mercado de …(2). Fue recoonquistada por Alfonso I el Batallador en su campaña de Calatayud a Daroca. Hay quien mantiene que su nombre en el siglo XV era Al Harba y su traducción sería algo asi como La Atalaya. Alarba sería un puesto vigia en la ruta de acceso a la sierra. En la parte alta del pueblo estaría situado el castillo junto a la ermita de la Virgen del Castillo (anteriormente mezquita). Su planta y los restos de sus cimientos hacen presumir que se trataba de un recinto con patio (Quibat y Mirat). Las casas de alrededor formarían parte de recinto amurallado, todas ellas conservan bodegas que, se cree, formarían parte de pasadizos ocultos..
En la actualidad, a la entrada del pueblo, en el lugar donde se situaba la casa del médico del pueblo, se localiza un hostal restaurante denominado "Umbral de la Sierra" (no operativo ) por su situación a los pies de la Sierra de Pardos.
 Sepultura
 Su gentilicio es alarbense. Esta población cuenta con aproximadamente 160 habitantes y una extensión de 19 kilómetros cuadrados, pertenece a la comarca de Calatayud y dista de Zaragoza 106 kilómetros.
Cuenta como edificios de cierto interés como la Iglesia de San Andrés, no muy grande, de sillería y tapial, gótica, de principios del siglo XVI. Fue restaurada en 1760, conservando la cabecera poligonal gótica y convirtiendo la única nave en tres, cubierta con bóveda de lunetos. Destaca en su exterior, el ábside gótico, y la torre de dos cuerpos de sillería y mampostería (recientemente restaurada); la ermita de Nuestra Señora del Castillo (actual museo local) que esta construida de mampostería y ladrillo, fue restaurada en el siglo XIX, pero se manifiesta su origen de los siglos XVI – XVII, tiene una gran nave rectangular y cabecera plana, y las ermitas de San Roque y San Sebastián, situadas en el monte, con difícil acceso.

Fuente
Los habitantes de este pueblo serrano se han dedicado siempre a la agricultura, destacando en el cultivo de la uva y la almendra, y últimamente de la cereza. En los huertos (Daneas y ValdeSemon) se pueden ver ciruelos, manzanos y perales, atendidos todavía por los alarbenses más mayores. Antiguamente algunos pobladores se dedicaban a la ganadería y al pastoreo. La matanza del cerdo ha sido desterrada debido a la imposición de las normas sanitarias.
Las fiestas son para San Roque (agosto) y en ellas destaca la “bajadilla” cuando buena parte de los vecinos, especialmente los más jóvenes, suben hasta la ermita para pasar la noche y luego acompañar al Santo hasta el pueblo.
(1) Revue de linguistique et de philologie comparèe. Pág. 320. Editado por Abel Hovelacque, Julien Gerard de Rialle, Emile Picot, Julien Vinson – 1874 (2) Contribución a la toponimia árabe de España. Asin y Palacios. Pág. 116. ed., Madrid-Granada, CSIC, 1994, s.v. Bete 1940.