viernes, 25 de septiembre de 2015

La Vilueña (Zaragoza)


En la provincia de Zaragoza, próxima a los municipios de Munébrega, Olvés y Valtorres, en la cuenca del Jalón, se encuentra esta población de precioso nombre, La Vilueña. Cuenta con poco más de un centenar de habitantes y se haya encuadrada dentro de la comarca de la "Comunidad de Calatayud". Situada a 100
kilómetros de la capital de la provincia se eleva a 700 mteros sobre el nivel del mar conformando un
caserío en el que destacan las ruinas de su castillo o fortaleza (espolón) .
Dicha fortaleza parece que se remonta a la guerra de los Pedros, allá por el siglo XIV aunque la historia de esta población se pierde en la época musulmana siendo conquistada en 1122, al igual que todas las de la comarca, por Alfonso I, poco después de la batalla de Cutanda. La población en aquellos años poseía una torre de vigilancia y sus vecinos se refugiaban en el castillo de Ateca en caso de alerta.
Conocemos muy poco de sus orígenes históricos, lo que si podemos verificar es su rico pasado musulmán reflejado en un tortuoso 

conjunto urbano formado por callejuelas repletas de recodos, curvas y rincones con encanto. Es aquí donde se levantan las viviendas de clara factura popular predominando el mampuesto y el tapial. Sin duda, un estupendo rincón para perderse unos días alojándose en alguna casa rural.


La iglesia parroquial, de estilo gótico mudejar, esta encomendada a Santa María, de una única nave. La torre-campanario, de planta cuadrada, es de ladrillo y apunta detalles mudéjares. Fue reconstruida en el siglo XVII.


Algunos vilueñanos conocidos son Mariano Cabrerizo Bascuas (n. en 1875), impresor y escritor liberal, y el Obispo de Teruel y Albarracin, Antonio Ángel Algora Hernando (n. en 1840).
Destacar que Carlos II nombra en 1691 a Don Dionisio Ximénez de Urea y Camargo, Conde de Aranda y Caballero de la Orden Militar de Calatrava, Marqués de la Vilueña. Este título fue pasando de generación en generación creando una línea nobiliaria muy importante. Anteriormente existia un antiguo señorío de la Vilueña y Valtorres cuyos antecedentes se pierden en el siglo XIII.
En el término municipal se cuentan tres ermitas, la de San Antonio Abad, la de San Juan y la de San
Sebastián.
La Vilueña forma parte del recorrido aragonés del Camino del Cid.
Fiestas: Fiesta de La Cruz, el 3 de Mayo
Gentilicio: Vilueñano o vilueñense. Apodo: Mostilleros

viernes, 18 de septiembre de 2015

Aniés (Huesca)

Aniés
Localidad de la Hoya de Huesca que en 1960 se unió a Bolea. Actualmente ambas están integradas en el municpio de La Sotonera. Situada entre los ríos Riel y Sotón, sobre una colina al pie de la sierra de su nombre, su distancia a Huesca es de 27 km.
 Iglesia de San Esteban
Su parroquial dedicada a San Esteban es originalmente románica del XII avanzado aunque profundamente remodelada en el XVIII.
 Portada de la Iglesia de San Esteban
La portada, situada en el lado sur, es románica. Está compuesta por seis arquivoltas en las que alternan baquetones finos y gruesos que apoyan en capiteles lisos y columnas adosadas. Está precedida por pórtico abierto en arco de medio punto en dos de sus frentes

 Casa de Aniés
Mención especial merece la Ermita de la Virgen de la Peña. Para poder visitarla  debemos dirigirnos camino de los cortados rocosos de la Sierra Caballera. Allí, la localizamos, camuflada entre las paredes de conglomerado. Este santuario está conformado por un cojunto de edificaciones alrededor de una pequeña iglesia medieval, cuyos restos más antiguos pertenecen al siglo XIII, aunque posteriormente ha sufrido considerables alteraciones (sobre todo en los siglos XVII y XVIII) hasta conseguir el aspecto que hoy vemos.


Ermita de la Virgen de la Peña
 Espadaña
 Altar de la Ermita
La ermita encierra misterios que admiten explicaciones diversas, como alguna imágenes esculpidas en piedra, probablemente de origen románico y que, tal vez, formen parte de capiteles de una ermita románica.
Cara esculpida en piedra
Desde los diferentes rincones del camino de ascenso a la ermita se obtienen panorámicas impresionantes.
Castillo de Loarre
  El día más importante del año en este santuario coincide con el primer domingo del mes de mayo, fecha que se realiza la romería desde todos los lugares de la zona. Después de la misa, la gente se queda a comer en ese entorno incomparable.
 Casa del santero. En uno de los muros de la casa se haya empotrado un tímpano románico
El Santuario de la Virgen de Peña está fuertemente enlazado con la historia de Aniés. Ya el Padre Roque Alberto Faci en su obra de 1739 decía que aquel tenía este nombre por estar situado en el congosto de una elevada roca, en lugar de muy difícil acceso. Según la tradición, la santa imagen fue hallada por un caballero residente en el castillo de Loarre, en el año 903, estando de cacería por aquellos montes, soltó un halcón para capturar una perdiz, la cual, en su huida, se arrojo dentro de una gran grieta labrada en la roca, seguida por su perseguidor. Como este, pasado algún tiempo, no regresaba y no había otro medio de llegar al lugar donde se había ocultado, un criado se dispuso a recogerlo,
descolgándose sujeto por una larga soga y al llegar a lo profundo del roquedo, quedó sorprendido al encontrar una pomposa zarza que a su derecha tenía la imagen de Nuestra Señora y la izquierda la citada perdiz, tranquilamente allí posada, así como un poco más retirado, el halcón, éste con evidentes signos de mansedumbre. Comunicado el hallazgo, los cristianos de los pueblos cercanos se movilizaron y recogiendo la imagen la trasladaron a la antigua Ermita de San Pedro, en el termino de Aniés y al pié de la montaña, para darle allí el culto debido.


Mirador en la casa del santero 
Fotografias @jcuecam

miércoles, 16 de septiembre de 2015

El Pueyo de Araguás (Huesca)

 El Pueyo de Araguás
A tan sólo cinco kilómetros de Aínsa y en pleno corazón de la comarca de Sobrarbe, en el entorno de la Peña Montañanesa, se encuentra El Pueyo de Araguás, un pueblo del Altoaragón, de apenas treinta habitantes, que ha sabido conservar el especial encanto que marcaron en siglos pasados sus habitantes y los monjes que, en su trayecto al antiguo monasterio de San Victorián (S.VI) hacían su parada habitual en este núcleo para meditar y transmitir su cultura.
 Típica calle en el Pueyo de Araguás
De nave rectangular su iglesia Mayor, bajo la advocación de la Santa Cruz (siglo XVII), presenta
cabecera recta orientada al Este y tres capillas laterales, se erige con sillería rústica. La puerta se abre al sur en arco de medio punto. La torre, adosada al muro meridional, se divide en cuatro cuerpos desiguales y remata con un esconjuradero. La mazonería del retablo (s.XVIII), de madera dorada, procede del Monasterio de San Victorián, y la pila bautismal (S.XVII) de una capilla de la aldea de La Caixigosa.
Esconjuradero rematando la Iglesia de la 
Santa Cruz
Las casas, de mampostería y sillarejo, con cubierta de losa o teja, abren su puerta principal a la calle, que acaba en rinconada ciega tras atravesar un pequeño paso abovedado.
Visita obligada es el Monasterio de San Beturián (en sobrarbés) o San Victorián de Asán, a pesar de su actual mal estado, se trata del histórico centro espiritual y cultural de Sobrarbe, hoy en proceso de
restauración, fundado en el siglo VI. Fue el primer monasterio de España, creado por el rey godo
Gesaleico allá por el año 506 y siendo denominado Monasterio de Asán. En fechas posteriores llegó
procedente de Italia el santo que daría su nombre actual, personaje eremita establecido en una cueva
cercana (la Espelunga) y cuyas dotes curativas le hicieron famoso al punto que los monjes de Asán lo acogieron e hicieron abad.
 Monasterio de San Victorián en fase de
rehabilitación. Este monasterio esta considerado como el monasterio más antiguo de España
 La Peña Montañanesa desde el Pueyo de Araguás
Fotos: joseacuenca

domingo, 13 de septiembre de 2015

Riglos (Huesca)

Las Peñas de Riglos
El nombre completo del municipio es LAS PEÑAS DE RIGLOS. Está situado a 678 m. de altitud en la
comarca Hoya de Huesca, a orillas del río Gállego. Se encuentra en el final de una carretera que sale
cerca de Concilio, entre Ayerbe y Puente la Reina de Jaca, a 10 Km. de Agüero y a 45 Km. de Huesca. A sus habitantes se les denominan rigleros.
Su casco urbano se acopla al terreno creando un trazado irregular de calles. En la segunda mitad del S. XI se fortificó conservándo se hasta hoy algunos restos de su muralla.

 Iglesia de Nuestra Señora del Mallo
A sus espaldas se levantan los imponentes volúmenes de los Mallos de Riglos, sorprendente formación geológica constituida por grandes farallones y aguas de conglomerados. Las paredes verticales, atravesadas por la garganta del Gállego, llegan a alcanzar más de doscientos metros. La cumbre sobrepasa los 900 metros sobre el nivel del mar. La piedra ha adoptado diversas formas que han recibido diversos nombres: O Puro, O Fuso, O Pisón y O Firé.
Nuestra Señora del Mallo es la advocación que recibe su Iglesia parroquial. Construida en el siglo XVII cuenta con una nave dividida en tres tramos y una Capilla Mayor levantada en la segunda mitad del siglo XVII. En su interior se conserva una valiosa talla de la Virgen del Mallo y Virgen de Carcavilla, ambas románicas.
De época románica se conserva la pequeña iglesia perteneciente al ya desaparecido Monasterio de San
Martín datado en el siglo XII, cuenta con un nave cerrada por un ábside semicircular con interesantes
elementos escultóricos como el crismón y los modillones figurados e historiados, dispone de una abertura aspellierada. La portada se abre al pie de la nave y dispone en el tímpano de un crismón labrado.
Los rigleros celebran sus fiestas el 20 de enero y el 1 de junio en honor de la Virgen del Mallo.
La historia de la Virgen del Mallo no es muy diferente a la que se puede oir en otros pueblos: Una virgen que se aparece en una cueva -en este caso en la cueva de la Virgen, en medio del Pisón, donde empieza la Carnavalada- y a la que trasladan a otro lado. Milagrosamente, la Virgen regresa una y otra vez al lugar donde hizo la aparición. A partir de aquí la historia tiene diferentes finales posibles; en la mayor parte de los casos se dan cuenta de que es inútil mover la figura del sitio donde apareció porque la Virgen vuelve una y otra vez y deciden construir una ermita para dar cobijo a la talla, pero en Riglos buscaron una solución más imaginativa.
 Portada y Crismón de la Iglesia románica del desaparecido monasterio de San Martin
Los de Riglos trasladaron la Virgen del Mallo a la iglesia del pueblo y le construyeron una hornacina con piedras sacadas de los mallos. De esta manera, la Virgen del Mallo se sentía como en el mismo lugar donde se apareció y no hubo necesidad de construir ermita alguna adosada al Pisón. Contenta la Virgen, contentos los del pueblo y más contentos aún los escaladores.
 Iglesia románica de San Martin. Barrio bajo. Riglos (Huesca)
 

sábado, 12 de septiembre de 2015

Monterde (Zaragoza)

Torre mudéjar de Nuestra Señora de la Asunción
Bella localidad situada a 120 kilómetros de la capital de la provincia, situada a la falda de la sierra de Pardos (Sistema Ibérico), junto al río Ortiz, afluente del Jalón. A una altitud de 720 metros incluye la entidad de Llumes y forma parte de la comarca de la Comunidad de Calatayud.
Su caserío se sitúa en una ladera otorgándole un aspecto típico con calles empinadas y estrechas y
rincones pintorescos. Su iglesia, gótica, de la que surge su bella torre mudéjar encierra retablos y una imagen de la Virgen del siglo XIII. Data del siglo XVI y cuenta con la advocación de Nuestra Señora de la Asunción. Es de destacar también la pila bautismal (S.XIII).
Presidiendo el pueblo se hallan los restos de su castillo, en un montículo próximo, elevado para defenderse de los ataques castellanos y que en la actualidad sirve de cementerio. En su interior se encuentra la ermita de la Virgen del Castillo que cobija una imagen románica de la Virgen.
 En la imagen se pueden observar los restos de la fortaleza de la que se conserva un tapial y parte de una torre maltrecha
Consta que el castillo existía ya en 1357 al intentar rendirla los castellanos y no conseguirlo a pesar del
incendio del pueblo.
De la agricultura podemos decir que cuenta con fincas de secano en las que la vid y la almendra se
encuentran entre los más importantes cultivos y la huerta regada por las aguas del río Ortiz en donde los vecinos recogen legumbres, frutas y hortalizas para consumo diario.
Celebra sus fiestas en agosto en honor a San Roque como algunos de los pueblos de la comarca. El Santo cuenta con una ermita del siglo XIII en las inmediaciones del pueblo (a 3 kilómetros por la carretera de Abanto) a la que se acude en romería. También celebra la festividad de la Virgen del Castillo, el 14 de septiembre, con romería a la ermita y con diferentes actos de carácter popular.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Abizanda (Huesca)

 Vista de Abizanda desde la carretera de acceso a la población
La población sosprende desde la carretera C-138 de Barbastro a L´Aínsa por la silueta de la atalaya
defensiva, a modo de donjón, y la torre de su iglesia parroquial. Su nombre obedece, en su teoría más extendida, al árabe Ibn Sallam, Ibn Salma o Ibn Sálama, nombre propio o de la persona o de la familia o tribu de los Sallam.
El torreón de Abizanda fue construido por maestros lombardos en el siglo XI (se baraja el año 1023), sobre un basamento anterior, de aparejo mayor, posiblemente árabe. Su primer señor cristiano fue Ato Galíndez de Abizanda entre 1055 y 1079.
Impresiona por su robustez y su altura, mide 24 metros, dividida en cinco plantas terminadas por un voladizo de madera con un pasillo que rodea el perimetro de la torre. La entrada, en altura, esquinada en el lado suroeste, adintelada y con un arco superior de medio punto, se situa en el primer piso y se accede a través de una escalera de madera.

 Torreón de Abizanda
Además de defensa del poblado servía también de vivienda en caso de asedio conservando en su interior todavía el retrete y la capilla. La torre estaba rodeada por un recinto amurallado del que todavía se conservan restos.
 Torreón. Pasillo en voladizo.
Capilla de Torreón. Todavia se pueden apreciar restos de pintura. 
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es del siglo XVI, de estilo gótico aragonés. Se compone de una sola nave cubierta con bóveda estrellada y capillas laterales y para rematar la fachada, galeria de arcos y ábside poligonal.
 Iglesia parroquial de Abizanda
Portada de la Iglesia
 En la localidad destacan también edificaciones civiles como las casas fuertes y los aventaderos,caracteristicos de esta zona geográfica. Cuenta con varios museos como la Casa de los Títeres y el Museo de Creencias y Religiosidad popular, situado este último, adosado, en la casa abadía .
 Torre de la Iglesia, palacio abacial y restos de recinto amurallado
En cuanto a sus fiestas el domingo más próximo al 12 de enero se celebra la Romería de San Vitorián, enla que llevan los abizandinos pan de caridad que se bendice en el suelo sobre manteles y luego, el lienzos limpios, se posan las langostas. También son días de fiesta el día 8 de mayo y el 15 de agosto en honor a la Virgen de la Asunción.
 Aventadero: Estructura rural abierta para facilitar la circulación del aire y poder realizar la tarea de aventar. es decir separar el grano de la paja gracias a la acción del viento.
Fotografias @jcuecam

domingo, 6 de septiembre de 2015

Susín (Huesca)



 Santa Eulalia de Susin
Situado sobre un cerro a 1.065 metros de altitud, desde el que se domina buena parte de un bonito valle, se encuentra este pueblo deshabitado, pertenciente en la actualidad al municipio de Biescas.
Su caserio sigue las pautas de la arquitectura popular de la zona, conservándose alguna que otra chimenea
de bella factura. Particularmente interesantes son las construcciones diseminadas por los aledaños del pueblo -bordas, cuadras...- que, si bien presentan la fisonomia normal en este tipo de edificios, son destacables por la finalidad y uso a las que se destinaban, facilmente comprensible a la vista del lugar.

 Borda
La Iglesia parroquial dedicada a Santa Eulalia, de origen mozárabe, según unos, y románico temprano
según otros. De la primitiva iglesia sólo seconserva el ábside y unos tramos de los muros de la nave,
contando el lado sur con una ventana ajimezada compuesta por dos arcos de herradura, inscritos ambos por un arco de medio punto y cerrada tododo el conjunto por un alfiz. El ábside se configura con el usual friso de baquetones y las correspondientes arcuaciones murales, abriéndose en su parte central una ventana de arco de medio punto de doble derrame o abocinamiento.

 Ventana ajimezada (ventana doble con columna central)
Asimismo, en la parte inferior del ábside son visibles seis sillares decorados, posiblemente reaprovechados de una construcción anterior a la fábrica de la iglesia, decorándose a base de motivos geométricos incisos -tres-, espirales incisas -dos- y un último en el cual se aprecia una cruz con las letras alfa y omega, presentando todos ellos cierta tradición visigótica en cuanto a su realización y a los elementos representados.
Sillar grabado
Por último, esta iglesia -restaurada por la Asociación de Amigos del Serrablo en 1977- 
conservaba en el interior de su ábside un fragmento de pintura mural realizada en siglo XII atribuida al maestro de Taull-, en el que se reproducen a dos personas sobre un fondo de distintas franjas cromáticas (los famosos "llorantes" o más familiarmente "llorones" de Susin. En la actualidad, este resto de decoración pictórica se conserva en el Museo Diocesano de Jaca, a donde fueron trasladados en 1966.
Los "llorones" de Susín romanicoaragones.com
En 1633 le fue concedida a esta iglesia una capellania, es decir iba a tener párroco permanente. Este hecho debió preparar el camino para una serie de aportaciones arquitéctonicas al templo que acabarían en el siglo XVIII, cuando se reorientó el templo, se elevó una torres sobre la cabecera original y el interior recibió una bóveda de lunetos y una nueva decoración.
Abandonado como ya es frecuente en los distintos y numerosos pueblos deshabitados del Alto Aragón, en la década de los sesenta. Actualmente es de propiedad particular.
Ermita de Nuestra Señora de las Eras
La ermita de Nuestra Señora de las Eras (s. XVII) se encuentra a unos 200 m del pueblo en dirección
Norte. De nave rectangular y cabecera plana, su advocación le viene por la ubicación, junto a unos
campos y eras donde antaño realizaban la trilla y el aventado de la mies.
En la diócesis de Jaca existen otras dos advocaciones marianas homónimas, una en el cercano Cortíllas y otra en Berdún, a más de 50 km. de distancia.
Rincón de Susín

viernes, 4 de septiembre de 2015

Botaya (Huesca)

 Botaya. Vista general
Botaya es una localidad situada a casi 1000 metros de altitud, en la vertiente meridional de la Sierra de San Juan de la Peña, que fue famosa en su momento por sus canteras con una alta calidad de su piedra para la construcción.
Formó municipio propio incluyendo el Monasterio de San Juan de la Peña hasta 1987 en que se incorporó al de Jaca. En época romana atravesaba la zona una via militar a cuyo servicio estaba la mansio llamada Ebellino, pero no hay constancia
documental de Botaya (topónimo formado con la raiz preindoeuropea bota) hasta el siglo Xl. Su historia ha estado vinculada al cercano Monasterio de San Juan de la Peña, que ya en 1045 poseia en ella tierra y viñedos.

 Iglesia parroquial de San Esteban. Botaya
La iglesia poarroquial de San Esteban consta de una sola nave abovedada en cañón con lunetos, con pequeñas capillas laterales y un profundo presbiterio cubierto por cúpula. Adquirió su fisonomia actual en el último tercio del siglo XVll, con la reforma del primitivo templo románico (Siglo Xll) cuya orientación se varió de este
a oeste. De él perviven parte del muro norte, la pila bautismal y, trasladado de su ubicación original, el tímpano esculpido de la portada meridional (con imágenes de Cristo en Majestad, los apóstoles y un crismón trinitario, posible obra del taller pinatense). Entre los retablos barrocos se haya el más antiguo de San Adrián, procedente de la modesta ermita de igual nombre.

 Timpano del antiguo templo románico (Siglo Xll)
Románicas del siglo Xll son las ermitas de San Clemente (antigua iglesia del poblado homónimo, hoy en ruinas), y de San Miguel. Esta última, solitaria, junto al cementerio, es obra de buena canteria, con un Cristo en Majestad en relieve en la
fachada meridional. Se conserva la lipsanoteca (caja de reliquias) en el Museo Diocesano de Jaca.

 Ermita románica (Siglo Xll) de San Miguel
Para llegar a la ermita de San Miguel hay que salir del pueblo hacia el este, por un camino pedregoso limitado por tapial realizado con piedras con la técnica de "piedra seca". Se desciende hacia el vecino barranco desde donde se puede divisar la
ermita. Rodeada de tierras de labor se ubica la ermita que realizó, en su dia, funciones de capilla del Camposanto. Actualmente presenta un estado lamentable con unos accesos imposibles y con el cementerio en total abandono. 

 Portada meridional del la ermita de San Miguel
El caserio de un intenso sabor pirinaico esta formado por casas de rotundos volúmenes, con muros de mamposteria a la vista o encalados de losa sobre los que se alza un espléndido conjunto de chimeneas cuadradas y troncocónicas con espantabrujas de remate.
Camino del Cementerio. Botaya.
Sus calles estan organizadas en torno a una plaza donde al amparo de la iglesia se levantan magnificas casas.
Los botayenses celebran sus fiestas mayores el 24 de agosto en honor de San Bartolomé y las menores el 16 de junio. También en junio participan en la romeria del voto de San Indalecio al monasterio de San Juan de la Peña.
 Casa el Herrero y Casa Francha
Fotografias @jcuecam